El Sacramento de la Unción está relacionado con la experiencia humana de la enfermedad; así nos lo recuerda el apóstol Santiago cuando nos dice: “¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, y que recen sobre él, después de ungirlo con óleo, en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo y el Señor lo curará, y si ha cometido pecado, lo perdonará”.

Aquellos enfermos de nuestra comunidad que quieran recibir la gracia de Dios por medio de la Unción, sólo tienen que dirigirse a la Parroquia, y lo antes posible  iremos a llevar “la fuerza de Dios” en medio de nuestra “debilidad humana”.

Os recuerdo que todos los viernes del año, sobre las 11 de la mañana, llevamos la Sagrada Comunión a los enfermos de nuestra comunidad parroquial que lo soliciten.